domingo, 8 de marzo de 2020

ERMITA DEL BUEN SUCESO
CIEZA - MURCIA
3 de marzo de 2020

BREVE COMENTARIO SOBRE LA RUTA. EL COMENTARIO COMPLETO SE PUEDE LEER AL FINAL DE ESTE BLOG.
Salimos del Molino de Teodoro hacia la Acequia Aldama y por el Camino de las Cabras atravesamos la “Sierra Atalaya y el Menjú”. Bordeamos la colina con una estupenda vista de Cieza hasta una escalinata de piedra que nos conduce a la Ermita del Buen Suceso. Subimos y bajamos al Castillo de la Atalaya y tomamos un tentempié en el atrio de la ermita. Una carretera asfaltada y un sendero nos lleva por el Parque Fluvial de la Vereda Puncha a una senda bordeada por frutales en plena floración. Terminamos cruzando por un puente el río Segura.

IMÁGENES CAPTURADAS DURANTE EL RECORRIDO DE ESTA RUTA.
UNA MAGNÍFICA COLECCIÓN FOTOGRÁFICA DE MARIO, AGUSTÍN Y DOROTEO

MARIO

AGUSTÍN

DOROTEO

RECORRIDO Y PERFIL DE LA RUTA.

COMENTARIO COMPETO DE LA RUTA ERMITA DEL BUEN SUCESO
El comentario es una aportación de los compañeros, Paco García y los del Grupo de Flora y Fauna. Nos lo leen, durante el descanso-refrigerio que hacemos a mitad del recorrido los compañeros Paco Torroglosa el de la Ruta y Josefina el de Flora y Fauna.

Cieza es un municipio situado en la comarca de la Vega Alta del Segura de la que es capital. Ejerce como entrada natural de la Región de Murcia por el norte a través de la A-30. Con alrededor de 35.000 habitantes se trata del octavo municipio más poblado de la comunidad autónoma.
Posee un rico y vivo patrimonio cultural, como el de sus fiestas de Semana Santa y San Bartolomé. También guarda muchos tesoros arqueológicos que abarcan diferentes épocas históricas: pinturas rupestres, poblados íberos, restos romanos, y la Medina Siyasa —ciudad árabe—, que domina el actual emplazamiento de Cieza desde la falda del castillo y cuenta con exposición permanente en el museo de la ciudad.
Tiene una extensión aproximada de 365 km. cuadrados y una altitud de 188 metros sobre el nivel del mar y dista 50 km. de Murcia capital. Limita con las poblaciones de Hellín, Abarán, Ricote, Jumilla, Calasparra y Mula y está muy bien comunicada, tanto por carretera como por ferrocarril.
Entre sus atractivos se encuentra el Santuario de la Virgen del Buen Suceso, patrona de la ciudad, situado en el collado de la Atalaya. Fue construido en el año 1962 por iniciativa del doctor Serra Peña. Desde el lugar donde se halla se obtiene una bella vista panorámica de la ciudad, el río Segura y la vega. En el mes de septiembre los vecinos de la localidad llevan la imagen de la Virgen en romería hasta la iglesia de la Asunción para volver a traerla una semana después.
La leyenda remonta la tradición de la Virgen del Buen Suceso a 1606, cuando, según la misma, dos Hermanos de la Congregación de los Obregones partieron desde Madrid a Roma a pedir al papa la aprobación de sus Constituciones. Cerca de Castellón les sorprendió una tormenta. Se refugiaron en una cueva y mientras rezaban descubrieron en un gran resplandor una imagen de la Virgen con su Hijo en el brazo izquierdo y un cetro en su mano derecha. Cuando llegaron a Roma contaron lo sucedido al papa Pablo V, quien al oír su relato les dijo: “Buen Suceso habéis tenido” y quitándose su cruz del pecho se la puso a la imagen, de ahí el nombre que le dieron después.
El hábitat en el cerro del Castillo de la Atalaya está documentado desde época prehistórica. Éste se veía facilitado gracias a que, entre otras causas, el lugar permitía una eficaz defensa y el seguro abastecimiento de agua desde varios manantiales cercanos.
La fortificación islámica, cuyos restos se pueden contemplar, se construyó probablemente entre los siglos XII y XIII, convirtiéndose en el puntal defensivo más fuerte de las fortificaciones que rodeaban Siyasa, formadas básicamente por un muro que circundaba la población. Surgía entonces la antigua Cieza como un hins o núcleo urbano centralizador de un amplio espacio rural, salpicado de alquerías, al que le daba cobertura administrativa y defensiva.
Hisn Siyasa, comúnmente llamada Medina Siyasa, es un yacimiento hispano-musulmán de gran interés arqueológico situado en la cima del cerro del Castillo. Se trata de un enclave desarrollado entre mediados del siglo XII y principios del XIII que contaba con cuatro mil habitantes y 787 viviendas. Posee grandes aljibes y otras obras de transporte de agua a la población. Esta ciudad pasó al dominio de la Corona de Castilla en 1243, con la firma del Tratado de Alcaraz por parte de la Taifa de Murcia.
En Cieza, la llegada de la primavera se deja notar por encima del resto de municipios de la Región de Murcia, y la responsable de esto es su Floración. Miles de melocotoneros, ciruelos, albaricoqueros y almendros, entre otras especies de árboles, florecen y dejan a su paso un paisaje en el que los tonos verdes, rosados, blancos y violetas se entremezclan creando un lienzo perfecto cuya artista es la propia naturaleza.
Los campos están sembrados principalmente de melocotoneros, que son los que tienen las flores rosas que sobresalen sobre otros colores, pero también encontramos parcelas sembradas de albaricoqueros y ciruelos que tienen las flores blancas, por lo que se pueden encontrar contrastes de colores diferentes, que se mezclan con el verde de algunos árboles que ya han echado hojas.

FLORA Y FAUNA:
Menos en los parajes cercanos a los ríos, las zonas boscosas están desapareciendo por la falta de agua, la roturación y los incendios, y esos terrenos son ocupados por matorrales como tomillo, romero y coscoja entre otros.
La repoblación de algunas zonas intenta paliar esta escasez de arboleda, que encuentra en el pino con sus distintas variedades, el ejemplo más característico de nuestra vegetación arbórea, junto al encinar.
Cercanos al río encontramos cada vez menos árboles de hoja caduca, como álamos, fresnos, chopos y sauces, así como juncos, cañaverales y adelfas (baladres); poco a poco van siendo sustituidos por cultivos en sus lugares respectivos.
La acción del hombre sobre el medio (tala, roturación, incendios, etc.) ha influido negativamente en la desaparición de algunas especias de plantas y en el empobrecimiento de nuestro entorno vegetal.
En el Cañón de los Almadenes, principal referencia del entorno, existen varias zonas diferenciadas en función de la vegetación. Es frecuente el clima semiárido, al que están sujetas todas las especies vegetales de la zona, entre ellas predomina el pino carrascos y matorrales como el esparto, principal fuente de ingresos de la localidad en otras épocas.
También aquí la falta de agua, tala de arbolado, nuevos cultivos, etc., han influido en la desaparición de especies animales por pérdida de su hábitat, llegando incluso algunas al peligro de la extinción.
Todavía se pueden encontrar en nuestros paisajes naturales liebres, conejos, zorros, jabalíes, tejones, lagartos y culebras; aves como búhos, mochuelos, cuervos, grajos, perdices, torcazos, tórtolas, chorlitos, jilgueros, gorriones y abejarucos.
Existen comunidades de animales que, dada su escasez en la Región de Murcia y su estatus de especie amenazada, resultan especialmente relevantes. Es el caso de los murciélagos, cabra montesa, nutria y ciertas rapaces.
Toda la zona está declarada como Zona de Especial Protección para las Aves.